miércoles, 18 de septiembre de 2013

Jueves eco: Limpieza facial con aceite

En mi entrada de dos experimentos de limpieza personal ecológica les platiqué que estaba recomenzando mi rutina de limpieza facial con aceite. Decidí hacer una nueva entrada exclusiva sobre ese tema para que sirva de guía a alguna posible interesada.

Hace un mes que volví a empezar con el aceite. Para ser honesta, me lavo la cara una vez al día, rara vez dos. En las noches sólo me enjuago con agua. Eso sí, desde que empecé este tratamiento no he vuelto a usar jabón.

Pienso que en este mes he utilizado unos 50 ml de mezcla. Como mi cutis tiene tendencia a graso uso más o menos dos partes de aceite de ricino por una de aceite de oliva. A mí me ha funcionado perfectamente, pero Crunchy Betty, en su entrada sobre este método de limpieza, dice que el aceite de oliva puede ser comedogénico. Ella sugiere no usarlo y propone algunos reemplazos, también para el aceite de ricino. Sugiere, por ejemplo, aceite de girasol para cutis graso, aceite de uva o de almendra dulce para normal a graso, jojoba para normal a seco y aguacate para cutis seco. Como a mí el ricino con oliva me ha caído muy bien, no pienso cambiar de mezcla.

Mi rutina es simple: pongo a hervir agua. Doblo una toalla facial (me gustan más bien chonchas) y la pongo en un bol para sopa. Vierto el agua hirviendo sobre la toalla y subo al baño. Pongo una gota de aceite de unos dos cms de diámetro en la palma de mi mano. Con los dedos me doy masaje en toda la cara y parte del cuello. Si tengo granitos pongo especial atención para intentar "jalarlos". En muchas ocasiones es como si el aceite lograra sacarlos del poro. Normalmente este masaje dura unos dos minutos. Creo que entre más mejora mi cutis, menos tardo en lavarme la cara porque tengo menos granitos.

Cuando termino el masaje tomo la toalla de las esquinas (está súper caliente) y la acerco a mi cara, sin tocarla. A veces descanso el borde de la toalla en mi cabello. El vapor abre los poros y aligera el aceite. Cuando la soporto, empiezo a tallar la toalla por mi cara, empezando en la frente y terminando en el cuello. Es muy importante no quedarte con sensación grasosa después de limpiarte con aceite.Normalmente me meto a bañar después de esta rutina y el agua caliente de la regadera termina el proceso de limpieza.

Veredicto:

Aunque tengo cutis graso, siempre había necesitado algún tipo de gel facial humectante, porque normalmente tenía los pómulos secos. Desde que recomencé este tratamiento no he vuelto a usar cremas.

Parte de mi rutina incluía usar tónico facial después de lavarme la cara, y era sorprendente ver lo sucio que quedaba el algodón a pesar de haber usado jabón. Ahora no suelo usar el tónico, pero cuando lo he hecho me ha sorprendido lo limpio que queda.

En otros tiempos hubiera sido imposible para mí salir de mi casa sin haberme lavado la cara. El otro día, al volver de un café, me di cuenta que había olvidado lavarme la cara ese día. Mi piel estaba normal, ni grasosa ni seca.

También fue notorio que todos los puntitos negros que eran tan evidentes en los poros de la nariz desaparecieron casi desde el principio. En un mes me han salido dos mini espinillas. Mi cara está mucho más suave y, aunque suene cursi, con vida.


No hay comentarios:

Publicar un comentario