jueves, 22 de agosto de 2013

Jueves eco: dos experimentos

Según M debería tener un jueves de algo. Como lo único que se me ocurre es el jueves de recetas ecológicas, así será. Es mi intención hacer una entrada con una receta ecoamigable cada jueves.

Y empiezo hoy con dos recetas/experimentos. La primera no lo es tanto, porque ya la puse a prueba hace un año y está más que aprobada. La segunda es 100% experimento.

Primero la aprobada: lavarse la cara con aceite. Así es, y aunque suene sorprendente, tiene sentido, ¿no? Hace poco más de un año comencé a hacerlo y en pocos días mi mamá ya había notado la diferencia. Mi cara estaba con más vida y al mismo tiempo, menos grasosa.

Yo seguí las indicaciones de simple mom así que uso una mezcla de aceite de oliva -dizque extra virgen pero no sé si el que compro realmente lo sea- y aceite de ricino. Ella sugiere partes iguales de ambos aceites para piel normal, o en caso de piel grasosa, más ricino (digamos 3/4 partes) que olivo, y a la inversa si es piel reseca. En otro blog leí que el aceite de oliva puede ser comedogénico y que es mejor evitarlo, pero a mí me funcionó muy bien. 

Hay que hacer la mezcla en un frasquito y "lavarse" la cara con el aceite dos veces al día, evitando siempre el uso de jabón. El lavado consiste en poner un chorrito de aceite en las manos y masajearse la cara con el aceite durante unos minutos. En muchas ocasiones he sentido cómo el aceite se lleva los granitos sin lastimarme. Cuando ya estuvo bueno de tanto masaje se limpia perfectamente el aceite con un trapo mojado en agua caliente.

Como se trata de ser ecológica no tiene sentido tirar un chorro de agua hasta que salga caliente. Yo hiervo una taza de agua en la tetera eléctrica y subo con ella al baño. Dejo mi toallita en el agua caliente mientras me lavo con aceite y luego acerco la toalla (que está muy caliente) a mi cara sin tocarla, para que el "vapor" empiece a eliminar el aceite de mi piel. Cuando la soporto me limpio bien la cara con la toalla caliente hasta eliminar toda la sensación grasosa. La toalla hay que lavarla siempre muy bien y dejarla secar entre cada uso.

Sí es un poco enfadoso tener que preparar el agua caliente, y sin duda tardo mucho más en lavarme la cara que si usara jabón. Pero creo que el aceite realmente limpia a profundidad y mi piel lo agradece. Ya les diré el próximo jueves si he notado mejora. Hace tres días que recomencé este experimento, después de más o menos un año sin usarlo.

El segundo es lavarme el pelo sin shampoo. Según la misma simple mom y muchas otras blogueras que he seguido, el pelo mejora muchísimo si eliminamos los productos comerciales y lo lavamos con bicarbonato de soda y vinagre.

Es sabido por todas las estilistas que los shampoos comerciales son pésimos para el pelo. Desde hace muchos años compro champús finos y creo que mi cabello no está tan maltratado, pero aún así me encantaría descubrir que el bicarbonato puede hacer mejor el trabajo.

Según Simple mom, los champús son un invento de principios de siglo XX, cuando las ciudades comenzaron a tratar sus aguas y éstas se volvieron alcalinas, haciendo inconveniente el lavado de pelo con jabón. El shampoo funciona bien con cualquier tipo de agua porque es un detergente, y como tal elimina los aceites naturales del cabello. Consecuencia de esto es también el que mientras más te laves el pelo, más seguido necesitas lavártelo. Yo me lo lavo diario, y aunque no me representa un problema, es cierto que se me ensucia bastante rápido.

Los champús, sobre todo los más comerciales, tienen todo tipo de ingredientes, incluidos aceites minerales y parabenos. El que yo compro no tiene nada de eso, pero aún así tiene una larga lista de componentes impronunciables.

La promesa de simple mom y de muchas otras es que una mezcla de bicarbonato de soda y agua hacen la función de shampoo, mientras que como enjuague bastan un poco de vinagre de manzana y más agua.

La idea es hacer las mezclas en dos frascos como los que muestro en la foto. En la regadera, después de mojarnos bien el pelo y con el agua cerrada -ecológicas, por favor- masajeamos el cuero cabelludo con el bicarbonato. Hay que enjuagar muy bien y echar la mezcla de vinagre y agua, ésta vez concentrándonos más en los largos que en las raíces. Dejar un minuto y enjuagar.

En teoría en un principio el pelo se ensucia más rápido, ya que le falta su buena dosis de detergente para quedar bien limpio, pero después de un periodo de adaptación que debería de durar entre una y dos semanas el cabello se acostumbra y se mantiene limpio por más tiempo.

Es decir, mi experimento debe durar por lo menos un mes para ser objetivo y concluyente.

Hoy fue el tercer día que lo intenté. Mi bote con dos cucharadas de vinagre de manzana y una taza de agua no va a la mitad. Por cierto que le agregué unas gotitas de aceite esencial de lavanda que hace que mi pelo huela rico.

La mezcla de bicarbonato de antier, con dos cucharadas de bicarbonato y una taza de agua, me duró dos días. Hoy la repetí y se me acabó hoy mismo. No sé si eso sea malo pero no quiero escatimar. Voy a intentar que duré dos días cada vez. Si deciden intentarlo, les recomiendo que compren el bicarbonato de sodio a granel. En Mamá Coneja cuesta creo que 12 pesos el kilo, que es una diferencia muy grande con el precio de las cajitas que venden en los súpers y farmacias. Yo compro dos kilos a la vez y si siguen leyendo mis jueves de casa eco entenderán por qué se me acaba tan pronto :-)

Antes de acabar, tip rápido que no he probado pero que tiene sentido, sobre todo si les funciona el lavado de cara con aceite: usar aceite para limpiar cochambre. En el depa anterior la campana de la estufa estaba asquerosa desde que llegamos a vivir ahí. Nunca supe como limpiarla. Hace unos días leí que un poco de aceite mineral en un algodón o papel hubiera hecho el trabajo, y ganas no me faltaron de tocarle al nuevo inquilino para que me permita hacer la prueba. No tengo nada lleno de cochambre por acá, así que por favor, alguna lectora -o lector, si es que los hay- haga la prueba y comparta los resultados.


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